27 de enero de 2021
27 de enero de 2021
El tiempo es oro y el conocimiento también, por lo tanto, si aunamos ambas premisas nos encontramos ante una situación que nos permite cierta ventaja en la evolución de la pandemia.
En este principio se basa la detección y cuantificación de SARS-CoV-2 en agua residuales, es decir, nos encontramos ante un indicador epidemiológico de alerta temprana.
Los procedimientos convencionales de análisis PCR en posibles enfermos por COVID-19, se basan en la toma de muestra nasofaríngea, es decir, donde hay presencia de partículas infecciones originarias de la excreción del virus en la garganta. No obstante, el ARN del SARS-CoV-2 ha sido detectado también en muestra de heces, lo cual nos permite otra vía de conocimiento e información. Se conoce que la carga viral del coronavirus COVID-19 es mayor y persiste más tiempo en las heces que en las muestras respiratorias y de suero.
Por un lado, esta técnica nos permite analizar la posible presencia de SARS-CoV-2 en aguas residuales y, por lo tanto, determinar la existencia de personas contagiadas por COVID-19 en el lugar de origen y que está excretando virus en las aguas residuales. Estos lugares de origen podemos acotarlos a una población, a un barrio o incluso a un edificio, dependiendo de donde se tomen las muestras.
Una vez conocida la presencia de personas contagiadas, esta técnica también nos permite conocer la evolución de la pandemia en el lugar de origen, es decir, nos permite obtener un dato cuantitativo que comparándolo con muestras anteriores nos permita macar una tendencia.
El muestreo es una etapa muy importante en este tipo ensayos. Elegir en que punto y en qué momento del día se muestrea es clave para obtener unos resultados representativos.
Como ya hemos comentado, podemos acotar el lugar de origen la muestra, por ejemplo, si lo que nos interesa es conocer la situación pandémica en una residencia de ancianos, deberemos tomar las muestras a la salida de las aguas residuales del edificio, y antes de que se pueda mezclar con otras aguas residuales en la red de alcantarillado que puedan interferir.
El momento de muestreo, es decir, la franja horaria del día en la que se toma la muestra debe ser en la que se dé una mayor actividad, por ejemplo, la mañana.
Seguidamente, se deberá intentar que la muestra sea lo más representativa posible, es decir, que se puedan recoger aguas residuales procedentes de la mayor cantidad posible de usuarios de las instalaciones. Para ello, se opta por tomar una muestra integrada, es decir, ir tomando varias muestras a distintas horas dentro de la franja horaria elegida las cuales serán integradas en una muestra final que será analizada.
Algo importante a tener en cuenta, es que para obtener datos suficientes que nos permitan predecir las tendencias, es necesario realizar varios muestreos, estableciendo muestreo diarios o semanales. Cuantos más análisis, más datos, y por lo tanto, mayor capacidad de predicción.
Una vez tomada la muestra esta es transportada hasta el laboratorio en condiciones de refrigeración.
A modo resumen, la muestra recibida es procesada siguiendo los siguientes pasos:
Este procedimiento de ensayo es altamente especifico debido a que nos permite la detección de 3 genes diferentes del virus.
Por último, con el fin conocer y controlar la eficiencia del proceso, durante la fase de extracción y concentración, se incorpora un virus de control (Mengovirus) que nos permite conocer la eficiencia del proceso y que nos evita falsos positivos que se podrían dar en este tipo de muestras ambientales de diferente procedencia debido a la presencia de inhibidores de la reacción de PCR como pueden ser los ácidos húmicos, metales, biocidas, etc,
Dada la evolución del virus se han detectado nuevas cepas a nivel mundial, lo que suponen un nuevo reto para la contención de la pandemia.
Durante el proceso de contagio el virus, y tras haber infectado la célula diana, este comienza a generar nuevas copias de sí mismo las cuales acabarán infectando nuevas células comenzando de nuevo el ciclo. Cada vez que se generan una nueva copia del virus esta puede contener fallos en su ARN, que en la mayoría de los casos afecta a su correcto funcionamiento, pero que, en otros, puede suponer una ventaja para el virus.
Esto es lo que entendemos por la mutación del virus, y cada vez que se produce una que aporta al virus una mayor posibilidad de contagio o una mayor virulencia, estamos ante una nueva amenaza.
Poder detectar estas nuevas cepas del virus, es primordial para poder saber a que nos enfrentamos y si pueda haber presencia de individuos contagiados que puedan contagiar a otros.
Debido a ello, hemos incorporado a método de ensayo, la posibilidad de detectar nuevas cepas como el caso de la Cepa Británica (SARS-CoV-2 cepa UK B117)
Como ya hemos comentado, el objetivo de este tipo de ensayos es servir como herramienta de alerta temprana, detectar presencia y establecer tendencias en la evolución de la pandemia en un lugar, como puede ser una residencia de ancianos, centros de trabajo de empresas u organismos públicos, colegios, centros médicos, hospitales, centros residenciales, una comunidad de propietarios o incluso un barrio o sector especifico de la población, siendo esto último interesante para ayuntamientos.
Desde el GRUPO SIGGO ofrecemos un servicio integrado de asesoramiento para establecer la mejor estrategia, estableciendo el mejor punto de muestreo, el mejor plan de análisis, procesando las muestras y, por último, realizando una interpretación de los resultados que nos permita establecer la tendencia evolutiva de la pandemia.
Si está interesado/a en este tipo de ensayo o necesita ampliar más información, no dude en ponerse en contacto con nosotros a través de nuestro formulario de contacto, llamando al teléfono 965844586 o vía email: info@siggo.es, y le informaremos con más detalle.
Hemos preparado una interesante oferta en función del número de análisis que quiera realizar.
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